Hoy he tenido un encontronazo con alguien que no quieres ver, alguien que te incomoda, que te hace ver siempre el lado pesimista de la vida, alguien que aún viendote dos veces al año aprovecha para criticarte y mofarse de ti, un mameluco, un rufián, un ser despreciable, una rata, alguien cruel y vil que sólo usa su lengua viperina para envenenar, porque vive en la desgracia y se siente desgraciado, es su manera de escapar de su propia pena y ridículo: molestar al prójimo, y cuánto más mejor, sobretodo con esos casi desconocidos, por los que no tiene aprecio alguno, puesto que ve ocasionalmente y no se inmiscuyen en su vida privada, los utiliza como blancos humanos de sus misiles verbales, su ignorancia y su bilis maligna.
Hoy he sido víctima de uno de estos injustos ataques por parte de uno de estos patéticos y desviados C.O.V.A.(conocedores de la verdad absoluta) que deberían callarse en lugar de criticar constantemente.
La pregunta que me ha estado reconcomiendo desde entonces es: he obrado bien? mi reacción al despedir-me ha sido un cordial "Que te vaya todo muy bien!","Ya nos veremos!" y un estoicismo absoluto encajando las críticas, mientras me compadecía de la actitud delante la vida que tiene mi "criticador" y hacía un juicio de todo lo que me decía, que si bien puede tener razón en alguna crítica, NO ES DE SU PUTA INCUMBENCIA.
En otras situaciones (hoy tenia un día francamente relajado y mi estado de ánimo era envidiable antes de toparme con el personaje) con un humor distinto me invade el Demonio de la Perversidad (este concepto no es mío, sino de Neal Stephenson, o más bien del personaje de la segunda parte de su novela Azogue: Jack Shaftoe), es decir, cual jugador de tenis intento devolver todos los dardos envenenados que me envían y si puedo machaco y soy muy capaz de hacer cualquier cosa impensable: como dejarle con la palabra en la boca, tirarle una bola de papel a la cara e insultarle, cambiar de tema sutilmente para luego girar la tortilla y pasar a ser yo el que critique, etc.
Pero luego siempre me asalta la duda, ante semejantes individuos, cómo debe uno actuar:
- Simplemente pasando de él/la que nos increpa y lanzando al final un fatástico y diáfano "Have a nice day!"
o bien,
- Dando rienda suelta al Demonio de la Perversidad
Porque la primera actitud puede llevarnos a un estado en el que el C.O.V.A. intente bombardearnos intensivamente en nuestras defensas zen. Y en cambio la actitud agresiva sin embargo nos rebaja a su nivel y puede propiciar situaciones complicadas que pueden acabar mal.
Yo creo que un 80% de las veces utilizo la actitud zen y me despido con un cordial "Have a nice day", pero siempre me queda la duda de si he actuado bien, eso en el 100% de las veces.
Supongo que es una pregunta que mucha gente se hace y que nadie ha encontrado una respuesta clara al respecto.
En fin, una duda que quería compartir con vosotros.
"Have a nice day!"